miércoles, 1 de diciembre de 2010

Capítulo 2


Tras ese encuentro, ambos siguieron su camino, inmersos en sus vidas, tan diferentes.
Dos días más tarde, Jacqueline se encontraba en Inglaterra, camino a Londres para una entrevista en una famosa revista del país, cuando su móvil comenzó a sonar.
-¿Si?- Contestó la joven rápidamente.
-¿Jacqueline? – Se escuchó al otro lado de la línea - ¿Jacquie, eres tú?
- ¡Robert! –Sonrió la chica al reconocer la voz- Robert, pero ¿Dónde estás? ¿No ibas a ir a recogerme al llegar?
- Si, si cielo, claro… allí estaré, solo quería saber si estabas bien –Su voz era suave y masculina. Hablaba con denotada dulzura.
Ella rió alegremente mientras empezó a jugar con un mechón de su largo pelo castaño.
-Claro que estoy bien, vamos Rob, ¿Cómo me va a poder pasar algo con 2 guardaespaldas detrás mía todo el día?
-Es cierto jovencita, bueno, pues no te molesto más. Te veo al llegar, pequeña-Respondió él con la misma dulzura.
-No molestas Rob, nunca lo haces. Allí te veo, un beso.
Ambos colgaron al unísono y ella se concentró en desenredar un pequeño mechón de su cabello, mientras el chófer intentaba mantener con ella una conversación activa, para no aburrirla.
Veinte minutos más tarde, llegó a la entrada del hotel.
Sus guardaespaldas abrieron la puerta tras una breve espera y ella salió, colocándose su chaqueta sobre la camisa marfil que lucía con elegancia. Avanzó lentamente hasta la puerta principal y un hombre vestido de chaqueta la saludó y rápidamente le dejó paso al hotel.
Las paredes eran altas, decoradas con flores violetas sobre las paredes blancas impecables. El suelo estaba reluciente y lo cubría una amplia alfombra, a juego con las flores, de un color violáceo. Y como si de una escultura se tratase, allí, esperándola, estaba Robert.
Un pelo negro perfectamente peinado, hacia resaltar una cara igual de impecable, casi sublime. Sus ojos caramelo podrían haber seducido a cualquier chica de ese hotel, de Londres, Inglaterra o el mundo entero. Su mentón angulado y sus pómulos de escultura griega estaban igual de proporcionados que su buena forma física y sus labios marcados. Todo en él era demasiado tentador, tanto que más de una chica lo estaba mirando cuando Jacqueline se acercó a él.
-¡Rob!- Saludó la joven con entusiasmo.
- ¡Pequeña Jacquie!- Él la atrajo contra sí con sus brazos bien desarrollados y la abrazó, levantándola ligeramente del suelo- Te he echado de menos…
Tras una leve mirada, Robert acarició suavemente el cuello de la joven y la besó lentamente, dándole la bienvenida – Te quiero Jacqueline- dijo tras unos segundos.
-Yo también- respondió ella con una sonrisa en su rostro tras el reencuentro con su novio- ¿Qué tal si me enseñas todo esto?

5 comentarios:

  1. ooooo q bonito me cae muy bien Robert, es muy tierno =) Un Besoooo ;)

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  2. ya era d k scribieras mona!! jajajaj, s broma, ha stao muy bien...pero un dudilla, del otro no sabe nada mas?? weno da iwal t lo pregunto mañana xD

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  3. Me ha encantado!!
    Es genial :D
    Robert es muy dulce^^

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  4. capulla comentame a mi tambn ¬¬!!
    t comento, le comentas a tor mundo y a mi no...aiaiai, m stas decepcionando xD

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  5. Qué monos. Me gusta robert.
    mi blog es noviembre--dulce.blogspot.com ya me dirás,
    me ha gustado, en serio

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